Sir Richard Dearlove fue jefe del servicio de inteligencia británico durante una de las etapas más turbulentas de las últimas décadas. Lo cuenta con la serenidad de quien ha aprendido a convivir con decisiones que nunca serán públicas. “No soy una persona poderosa, pero sí influyente”, dice con naturalidad, desde la Casa de América, donde participa en el foro Wake Up, Spain!.
Durante casi cuatro décadas en el MI6, Dearlove vivió bajo identidades encubiertas, operó en Europa del Este en plena Guerra Fría y validó informes clave durante la guerra de Irak. Ahora, retirado, se permite hablar del mundo sin rodeos, la amenaza de Rusia, la ambigüedad de Trump, la fragilidad de Europa. “Rusia ya ha perdido Ucrania, aunque aún no lo reconozca”, asegura. “Y Trump…es imprevisible. Hay dos versiones de él, y no sabemos cuál dominará”.
Pero lejos del personaje público, hay un hombre marcado por una vida poco común. Educado en internados, apartado de sus padres desde niño, encuentra refugio en su casa, entre libros y música clásica. Lleva casi 60 años casado con la misma mujer, a la que considera su mejor amiga. “Es una vida muy solitaria”, admite. Y aunque no puede hablar abiertamente de todo lo que ha hecho, hay una certeza que sí comparte, el mundo no se rige por grandes planes ocultos, sino por algo mucho más simple y desordenado: “El caos es la clave. Siempre lo ha sido”.

Sir Richard Dearlove durante su entrevista con EL ESPAÑOL.