Ozempic ha revolucionado el tratamiento de la diabetes y la obesidad.

Ozempic ha revolucionado el tratamiento de la diabetes y la obesidad. Reuters.

Salud

La pastilla diaria que servirá para perder peso y combatir la diabetes será tan efectiva como los pinchazos de Ozempic

Eli Lilly ha conseguido crear un fármaco que se administra por vía oral y tiene una eficacia similar a los inyectables que se encuentran en el mercado.

Más información: Ozempic vs Wegovy: en qué se diferencian los fármacos que han revolucionado la obesidad

Publicada
Actualizada

La irrupción del famosísimo Ozempic ha supuesto una auténtica revolución para el tratamiento de la obesidad. Muestra de ello es que la farmacéutica que lo comercializa, Novo Nordisk, ingresó en 2022 8.000 millones por las ventas del conocido fármaco en todo el mundo y aún en 2024 ha sido el tercer fármaco con mayor facturación en España, por detrás de Eliquis (un anticoagulante) y Jardiance (un antidiabético). No es de extrañar que distintas compañías de todo el mundo se hayan lanzado a desarrollar nuevos antídotos antiobesidad valiéndose de mecanismos similares a los medicamentos que están reventando el mercado.

La última en dar un golpe encima de la mesa ha sido la farmacéutica Eli Lilly. A pesar de que ya dispone del exitoso Mounjaro, la compañía acaba de anunciar que el ensayo en fase 3 de una nueva píldora experimental que desarrolla ha demostrado que tiene una seguridad y eficacia similar a Ozempic. La gran diferencia entre uno y otro y, por ende, la gran ventaja competitiva, radica en la vía de administración.

El nuevo fármaco, llamado orforglipron, podría convertirse en una alternativa eficaz a los tratamientos inyectables ya comercializados. Pertenece a la familia de medicamentos GLP-1, conocidos por su capacidad para reducir los niveles de azúcar en sangre y favorecer la pérdida de peso. Así, a diferencia de sus predecesores, este nuevo fármaco se presenta en forma de pastilla diaria, lo que podría transformar el acceso a este tipo de terapias, especialmente en países con menos recursos.

Durante el ensayo clínico, 559 personas con diabetes tipo 2 tomaron la píldora o un placebo durante 40 semanas. Los resultados mostraron una disminución de los niveles de azúcar en sangre de entre un 1,3% y un 1,6%, un rango comparable al logrado por Ozempic y Mounjaro en ensayos independientes. De hecho, un 65% de los participantes que tomaron una pastilla diaria de orforglipron alcanzaron niveles de azúcar en sangre considerados normales.

Además de controlar la glucosa, los participantes también perdieron peso —hasta 7,2 kilos— sin mostrar señales de estancamiento al final del estudio. Esta pérdida de peso es similar a la conseguida con Ozempic en el mismo periodo, aunque ligeramente menor que la obtenida con Mounjaro. Los efectos secundarios fueron similares a los de los medicamentos inyectables: náuseas, vómitos, indigestión, diarrea y estreñimiento, sin reportarse eventos graves.

Este es el primero de siete estudios clínicos a gran escala sobre orforglipron que se publicarán próximamente. Algunos de ellos evaluarán su eficacia en personas con obesidad que no padecen diabetes. Según detalla el diario The New York Times, Eli Lilly planea presentar los hallazgos en la próxima reunión anual de la Asociación Americana de Diabetes en junio, además de publicarlos en una revista científica revisada por pares.

Aprobación a final de año

La compañía también anunció que solicitará la aprobación del medicamento a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para su uso en el tratamiento de la obesidad a finales de este año y en diabetes a comienzos de 2026.

Según Daniel Skovronsky, director científico de Lilly, la demanda potencial del fármaco es enorme: "En las próximas décadas, 700 millones de personas tendrán diabetes tipo 2, y más de 1.000 millones serán obesas. Las inyecciones no pueden ser la solución para miles de millones".

No es de extrañar que, tras el anuncio de los resultados de esta revolucionaria pastilla, las acciones de la compañía hayan subido un 16%, espoleadas por la esperanza de que este tratamiento efectivo y fácil de usar pudiera llegar a un mercado dominado por las inyecciones para bajar de peso.

Precisamente, el principal desafío para la compañía farmacéutica ha sido lograr que este tipo de medicamento funcione por vía oral. Tanto Ozempic como Mounjaro son péptidos que se degradan en el estómago, lo que obliga a su administración mediante inyecciones. Sin embargo, investigadores de la farmacéutica japonesa Chugai consiguieron crear una molécula no peptídica que imita la acción de los GLP-1. Esto permite que orforglipron sea una píldora fácil de tomar en cualquier momento del día.

La compañía ha anunciado que ya ha fabricado 1.000 millones de dosis y ha construido fábricas para garantizar el suministro global, anticipando una fuerte demanda en caso de aprobación regulatoria. La milagrosa pastilla está preparada para producirse en masa, ser distribuida fácilmente y, además, no necesita refrigeración, pudiendo llegar a millones de personas. No obstante, el verdadero impacto global dependerá del precio y de la forma en que Eli Lilly decida distribuir el medicamento.

En la actualidad, distintas farmacéuticas se encuentran trabajando en el desarrollo de pastillas para bajar de peso, animadas por las estimaciones de que las ventas de tratamientos para la obesidad podrían alcanzar los 150.000 millones de dólares en los próximos años. Los últimos datos sitúan a Lilly a la cabeza en la carrera por los medicamentos orales eficaces que puedan competir con las inyecciones.