"Es el día de la marmota", escribía Paquito Navarro en sus redes sociales. Una de las caras más conocidas del pádel español reaccionaba así a la última guerra de su deporte. Por un lado, el pádel crece como casi ningún otro juego en nuestro país, en Europa y en diferentes partes del mundo, y por otro esa evolución camina de la mano de la controversia desde hace ya varios años. Primero con la batalla entre World Padel Tour, histórico circuito, y Premier Padel, la organización catarí liderada por Nasser Al-Khelaifi que ha terminado haciéndose con el pádel mundial bajo la promesa (y la creencia de jugadores y técnicos) de bañar en oro este deporte. Y ahora, apenas unos meses después de la llegada de Qatar, con el plante de los mejores jugadores del mundo a dos torneos (Gijón y Cancún) en mitad de una serie de reivindicaciones que han paralizado el circuito como nunca había sucedido.
Los jugadores, liderados por la Asociación de Jugadores de Pádel (PPA), decidieron no acudir hace unos días al torneo de Gijón, un evento que en el circuito es un P2, es decir, tercer nivel por detrás de los 'Major' y los P1. Y esto es importante para entender el porqué del momento de las reivindicaciones. En unos días se celebrará el torneo de Cancún, también un P2, y ahí, salvo Juan Lebrón y Franco Stupaczuk, los mejores jugadores del mundo tampoco estarán.
Las estrellas como Agustín Tapia y Artullo Coello o Ale Galán y Federico Chingotto (parejas número 1 y 2 del mundo), y también aquellos que están algo más abajo en el ranking, volverán a jugar en el P1 de Miami. ¿Por qué? Consideran que por contrato están obligados, aunque sus demandas no estén satisfechas en ese momento, y las marcas, que patrocinan a jugadores y torneos, presionan para que el espectáculo vuelva. Incluso se ha producido una llamada entre Ale Galán y Al-Khelaifi para intentar reconducir la situación.
Premier Padel, mientras, les acusa de "boicotear" los torneos, de "autodestruirse" y les advierte con posibles multas millonarias porque, según la organización, esos torneos P2 también son obligatorios para los primeros del ránking. Y aquí viene el inicio de la guerra. El contrato de 25 años firmado entre Premier y los jugadores en 2022, cuando la batalla entre el circuito de Qatar y World Padel Tour era gigante.
"Es el primer contrato que se firma con Premier Pádel y en teoría era transitorio porque tiene muchas lagunas", ha explicado esta tarde Jose Diestro, miembro de la Junta de la PPA. "Estábamos con una demanda de 25 millones encima (por parte de World Padel Tour) y se firmó deprisa y corriendo", ha asegurado, deslizando que "hay un nuevo contrato entre manos que está bloqueado y que sería la llave para todo esto".
En ese contrato, según el abogado de la PPA, "se dice que hay que jugar un mínimo de torneos, en otra página que todos y en otra algunos. Son cláusulas de libre interpretación". Pero el abogado de Premier Pádel, Roberto Álvarez, del despacho Cuatrecasas, declaró en Marca que "en ninguna cláusula se establece diferencia entre Majors, P1 y P2 y existe la obligación de jugar los torneos organizados por Premier Padel sin distinguir categoría".
Fuentes de ambas partes confirman a este periódico que llevan meses valorando añadir modificaciones y firmar un nuevo contrato, pero desde la Asociación de Jugadores se denuncia un "incumplimiento sistemático de compromiso" y que "el modelo actual es insostenible", como ha recalcado hoy Álex Ruiz, presidente del PPA.
Las peticiones de los jugadores
Pero, ¿qué piden los jugadores? Reclaman la reducción del número de torneos, que ahora mismo es de 20 y según ellos debería ser de 16. Esas cuatro semanas libres son claves para los deportistas tanto a nivel físico como económico. Descansarían de la competición y, a la vez, tendrían tiempo para acudir a exhibiciones que, en algunos casos, les reportan más dinero que los torneos.
Por otro lado, según explico Diestro, quieren "el cambio en el sistema de puntos". Ahora mismo hay bastante revuelo en el circuito porque por debajo de los torneos de Premier (Major, P1 y P2) están los torneos de la Federación Internacional de Padel (FIP), donde una victoria da incluso más puntos que llegar al cuadro final de un P2. "Pedimos cosas deportivas, no pedimos dinero. Queremos tener una regulación clara, saber con tiempo el tipo de cuadro, la cantidad de puntos y el premio de un torneo y que no cambien a poco de empezar. No pedimos dinero a nadie", aseguró Martín Di Nenno (número 6 del mundo).
Además del calendario y los puntos, los jugadores reclaman "un convenio entre la PPA y la Federación, seguridad jurídica ante cambios y ponerse al día con temas fiscales del acuerdo de 2022". "En definitiva, ser parte real del proyecto", terminó Diestro.